Título: El juego de DimeDigo
Publicación: Octubre 2018
Autor: Susanna Isern y Leire Salaberría
Editorial: Tierra de Mu
Formato: Tapa blanda, 104 páginas
ISBN: 978-8494833724
El juego de DimeDigo, Susanna Isern
El juego de DimeDigo es un auténtico libro-juego para toda la familia pero que, además, tiene una propuesta muy interesante: que confiemos los unos en los otros y que seamos capaces de abrirnos y confiar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos e inquietudes.
El libro comienza con una explicación muy interesante de cómo funciona la comunicación con los niños y cuál es el objetivo que tiene este libro.
El juego de DimeDigo se divide en cuatro partes:
- La Familia Oso. A través de sus vivencias vamos a descubrir los beneficios de la comunicación
- La nuez mágica, que nos permite conocer lo bueno que es expresarse y escuchar, porque así logramos empatizar mejor con los demás.
- Un apartado para padres y educadores.
- El juego en sí de Dime Digo, cuyo tablero está en la contraportada del libro.
La parte dedicada a la Familia Oso puede entenderse como un precioso cuento infantil, que explica cómo Osami de pronto se vuelve silenciosa y distante, tiene pesadillas por la noche y tampoco se muestra igual de alegre en el colegio. Su madre Mamá Osa tomará la firme decisión de ayudar a su hija, fabricando el juego de DimeDigo.
A lo largo de todo este relato, vamos encontrando unos apuntes o incisos: las Historias del Abuelo Oso. Es el más sabio de la familia y sabrá conectar muy bien con las situaciones y dar fabulosos consejos.
Entrando ya en el apartado de la Nuez Mágica, aprenderemos lo importante que es escuchar a los demás cuando lo necesitan, ponerse en su lugar y saber estar presentes cuando nos necesitan.
Aquí los niños van a aprender y practicar la asertividad, que nos permite a todos abrirnos y hacernos entender. Un estilo de comunicación que los adultos también deberíamos dominar ya que nos permite comunicarnos de una forma equilibrada y serena, desde el respeto y la empatía.
El apartado para padres y educadores resulta también tremendamente interesante. Nos habla, por ejemplo, de la escucha activa, una asignatura pendiente en estos tiempos de tremendas prisas y multitud de actividades en el día a día.
Por último, nos pondremos manos a la obra: ¡Vamos a jugar!
El tablero de DimeDigo lo encontramos en la contraportada del libro.
Podemos usar cualquier dado que tengamos por casa o recortar esta página que os mostramos para hacernos uno nosotros.
En esta imagen inferior podéis ver cuáles son las preguntas o retos que se plantean a los jugadores en función de la casilla en la que caigan.
Cuando he hablado del libro en nuestro entorno cercano, me han preguntado si es posible empezar a jugar directamente, ya que su lectura es larga, son muchas páginas, temas profundos y que invitan a la reflexión. Sí, por supuesto que sí, podemos empezar a jugar directamente. O podemos ir combinando la lectura de algunas páginas con el juego.
Desde luego, es un libro ideal para compartir en familia, desde la primera hasta la última página. Personalmente no creo que sea el tipo de lectura que pueda hacer un niño a solas. Bueno, puede leerlo, por supuesto, pero creo que estaríamos desaprovechando un vehículo excelente para comentar los grandes temas que nos explica el libro.
Ojo porque no es un libro aleccionador. Estas historias, protagonizadas por una tierna familia de Osos y otros animales del bosque, vamos a ver situaciones cotidianas de las que podremos sacar nuestras propias conclusiones y lecciones vitales. Es un libro para reflexionar.
Esta lectura es una oportunidad única para que padres e hijos se sienten juntos y se vean reflejados en los personajes y en lo que ellos aprenden. Un momento para parar y disfrutarlo despacito, leyendo cada día las páginas que nos apetezcan. Por ese motivo, y como comentaba antes, bien podemos compaginar la lectura con el juego, según nos vaya apeteciendo.
Os aseguro, por nuestra experiencia en casa, que pronto los niños van a hacer suyos los recursos que proporciona el libro y pronto vamos a ver como en situaciones cotidianas lo recuerdan e intentan aplicar lo que han reflexionado a partir de él. Sin duda alguna nos ha ayudado a crecer en inteligencia emocional, que es uno de mis grandes objetivos como madre. Susanna Isern es una experta en esta temática.
Las ilustraciones son inconfundibles: cálidas, cercanas, con un colorido único y cierto aire vintage. Obra de Leire Salaberría, que ya ha acompañado a esta autora en otras ocasiones, por ejemplo en Mapache quiere ser el primero o en El secreto del Zoo.
En definitiva, estamos ante una obra completísima, de verdadera referencia en el desarrollo de la comunicación de nuestros peques. Lectura, por cierto, que me parece también fantástica en el ámbito escolar.
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