Título: Este robot soy yo
Publicación: Octubre 2020
Autor: Shinsuke Yoshitake
Editorial: Libros del Zorro Rojo
Formato: Tapa dura, 32 páginas
ISBN: 978-8412152166
Ese robot soy yo, de Shinsuke Yoshitake
No te imaginas la ilusión tan grande que nos hace reseñar Ese robot soy yo, el último álbum ilustrado de Shinsuke Yoshitake, que acaba de llegar a las librerías en octubre de 2020 gracias a Libros del Zorro Rojo.
Atascado es uno de los álbumes ilustrados que más hemos leído en estos años, sigue siendo uno de nuestros favoritos pase el tiempo que pase. Y eso es mucho decir en una casa como la nuestra. Un auténtico en éxito que ha pasado ya por tres niños y dos adultos y nos sigue pareciendo una genialidad.
Ser o no ser una manzana nos pareció fantástico. Un libro que demuestra que Yoshitake sabe combinar con maestría el mundo infantil, tan cándido y tan fantasioso, con ideas más profundas y filosóficas.
Así que cuando supimos que llegaba Ese robot soy yo dimos saltos de alegría. ¡Somos muy fans!
Argumento de «Ese robot soy yo»
Como en anteriores ocasiones, el libro está narrado en primera persona.
El protagonista, un niño llamado Kenta, nos cuenta que está harto de ayudar en casa, hacer deberes y demás cosas aburridas así que decide crear una copia de si mismo para que se ocupara de todas esas tareas tediosas.
Así que se gasta todos sus ahorros en un robot y se dispone a desarrollar su plan: conseguir que fuera una copia tan exacta que nadie se diera cuenta de la diferencia entre ambos.
El robot está de acuerdo pero le pide algo fundamental: que explique cómo es ser él. Pregunta sumamente difícil de contestar, ¿verdad?
Animado por el robot, el protagonista empieza a narrar un enorme listado de «Datos sobre mi«.
Lo que vamos a leer en las siguientes páginas es una descripción pormenorizada de todo tipo de datos sobre el niño: su peso, su estatura, cómo es su familia, dónde vive, cómo es su cuerpo (¡con todo lujo de detalles!), cosas que le gustan y cosas que le desagradan, cosas que puede hacer y cosas que no…
Entre tanto dato vamos a encontrar reflexiones muy interesantes. Por ejemplo, cuando dice «creo que todos mis yos de cuando era pequeño siguen estando dentro de mi«.
La narración es maravillosa. Nos movemos por sus páginas entre el asombro y las fascinación, alucinados por la capacidad de introspección que tiene un niño tan pequeño.
«Hay días en los que me levanto muy contento. Otros, me muero de aburrimiento. (…) Digamos que existen muchas versiones de mí mismo, pero que todas son yo».
El robot le hace preguntas cuando siente que el niño se ha atascado, para ayudarle a expresar todo lo que tiene dentro, para saber quién es realmente.
Veremos que dentro de Kenta hay todo un mundo, en el que solo él puede entrar.
No te cuento la conclusión final de este libro tan filosófico, que es capaz al mismo tiempo de resultar divertidísimo y muy tierno.
Reflexiones sobre «Ese robot soy yo»
Pensar en uno mismo no es nada fácil, y menos contárselo a otra persona. Esta lectura puede dar pie a conversaciones muy interesantes con nuestros hijos en las que les podemos plantear la pregunta del título original «Can I build another me?«. Muchas preguntas surgen al concluir la lectura: ¿Nos conocemos lo suficientemente bien como para poder hacer un ejercicio de la envergadura del que ha hecho Kenta? ¿Podría un robot u otra persona reemplazarnos, por muchos datos nuestros que le facilitáramos?
Es evidente que nos ha entusiasmado Ese robot soy yo. Es un libro brillante. Tras su aparente sencillez hay un planteamiento muy profundo, que ejemplifica cómo los niños pueden plantearse grandes dudas existenciales, aunque sea filosofando con un robot para un plan diseñado con la picardía e inocencia infantil. ¿Quién soy? ¿Qué me hace especial? ¿Qué piensan de mi los demás? ¿Sus opiniones me definen también?
Y todo esta filosofía existencialista es narrada página a página con un humor inteligente e ingenioso.
Las ilustraciones son maravillosas, llenas de detalles, desternillantes en muchas ocasiones. Estéticamente increíble, desde la misma portada.
En definitiva, Ese robot soy yo es un álbum ilustrado para gustar a grandes y pequeños. Desde unos 6-7 años hasta los 100. Lógicamente conforme el lector vaya siendo más mayor, más maduro, el nivel de reflexión sobre esta cuestión del «yo» será más profundo. «Ese robot soy yo» va a enamorar también a cualquier adulto que lo tenga en las manos.
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