Título: La espía que flipaba con la comida del cole
Publicación: Abril 2020
Autor: Pamela Butchart y Thomas Flintham
Editorial: RBA Molino
Formato: Tapa dura, 256 páginas
ISBN: 978-8427218499
La espía que flipaba con la comida del cole, de Pamela Butchart y Thomas Flintham
Hace unas semanas reseñamos El Dire es una rata vampiro, primer volumen de una serie de narrativa infantil de ficción y humor publicada a principios de 2020 por RBA Molino, llamada La Pandilla Misterio. Nos gustó mucho ese primer libro así que rápidamente hemos leído el segundo de la colección: La espía que flipaba con la comida del cole.
Como puedes ver, la portada es igual de original y atractiva que el primer libro de la colección e incluye también un subtítulo desternillante y con gancho, en este caso «Nadie tuvo que comer comida de cole durante la realización de este libro«.
Desde luego, en la colección La Pandilla Misterio se cuida mucho la estética. Fíjate cómo son las guardas de La espía que flipaba con la comida del cole.
De nuevo, el libro está narrado en primera persona por Izzy.
La historia comienza cuando su maestra, la señora Jones, les dice que van a tener una nueva compañera de clase, una niña llamada Mathilde y que viene de Francia. Todos se ponen muy contentos porque tener una compañera nueva y que venga de otro país es algo muy emocionante. Pero en el caso de Izzy es más especial aún su llegada porque la profesora le pide que se ocupe especialmente de ella, para estar seguros de que se adapta bien.
Sin embargo, la llegada de Mathilde no es como la esperaban porque la chica no despega los labios, ni siquiera cuando intentan hablarle en francés. La cosa llega hasta el punto de que Izzy empieza a pensar que en realidad les han enviado una niña que no es la que tendría que haber llegado a su colegio y que la auténtica estaría perdida en cualquier otra parte.
Cuando descubren que Mathilde ha escrito en su libreta «plan secreto colegio» Izzy y sus amigos saben que aquello iba a ponerse feo.
Convencidos de que la única explicación posible es que la niña es una espía, deciden vigilarla estrechamente para llegar al fondo del asunto.
Ya no os contamos más, tendréis que descubrir vosotros por qué Mathilde es tan antipática y cómo es posible que le guste la comida del comedor, ¡incluso la carne picada con patatas!
La espía que flipaba con la comida del cole es un libro súper divertido y que se lee muy fácil. La historia engancha desde el primer párrafo con ese relato tan personal y lleno de humor y situaciones disparatadas que narra Izzy.
Esta pandilla de amigos nos resulta ya entrañable, como uno más de la familia. Y es genial leer cómo se van preocupando cada vez más por el tema y la bola de nieve va creciendo.
La espía que flipaba con la comida del cole está ilustrado en blanco y negro, con muchos detalles en sus páginas y juega con las mayúsculas para resaltar partes del texto. Esto hace que sea una lectura muy dinámica y que no sea nada complicado leer sus más de doscientas páginas en muy poco tiempo. Está lleno de guiños y situaciones divertidas y disparatadas. Yo también lo he leído y te aseguro que aún siendo adulta he pasado un rato genial con esta historia.
Los lectores más avanzados lo van a leer en un abrir y cerrar de ojos y también me parece una opción estupenda para aquellos que aún tienen miedo a libros tan gruesos de narrativa infantil porque es fácil que consigan leerlo sin hacer un grandísimo esfuerzo que los desanime.
En definitiva, lo hemos pasado muy bien con esta segunda entrega de Pamela Butchart y Thomas Flintham y estamos deseando que haya más.
Te dejo el enlace para que puedas comprar La espía que flipaba con la comida del cole en Amazon:
