Lola se va a África (portada)

Título: Lola se va a África
Publicación: Octubre 2015
Autor: Anne Villeneuve
Editorial: BiraBiro Editorial
Formato: Tapa dura, 36 páginas
ISBN: 978-8416490196

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Lola se va a África, de Anne Villeneuve

Lola se va a África, de Anne Villeneuve es un maravilloso álbum ilustrado, publicado por BiraBiro Editorial, que nos hace reflexionar sobre la importancia de concedernos un respiro cuando estamos enfados y, a pesar de ello, de sentirnos acompañados.

Empezamos la historia conociendo a Lola.

Lola está harta de tener hermanos.

Tres hermanos MALOS, HORRIBLES Y ASQUEROSOS.

– ¡Ya estoy HARTA! – grita-. Me voy.

Lola se va a África (1)

La pequeña mete en una maleta su gato, su juego de té y su mejor dibujo y se dispone a salir de la casa, ante la indiferencia de su padre y de su madre, que están muy ocupados en sus propios quehaceres.

El único que le presta atención es el chófer de la familia, que la encuentra subida a un árbol casi en la puerta de casa.

– ¡Señorita! – exclama Gilbert, el chófer de la familia que acompaña a su madre a la ópera – ¿Qué hace subida a ese árbol?

– No es un árbol – dice Lola – ¡es ÁFRICA!

Lola se va a África (2)

A lo largo de las siguientes páginas veremos como Gilbert le sigue el juego a Lola, sin juzgarla en ningún momento, sin valorar si están o no en África, simplemente emprendiendo con ella el camino en busca de este continente y compartiendo con ella toda clase de aventuras.

– Gilbert, creo que ya no estamos muy lejos de África. Veo chimpancés – Dice Lola cuando ve a unos niños jugando como monitos en el parque.

Ambos juegan, imaginan, disfrutan, comparten el día como una gran jornada de viaje y aventura.

Lola se va a África (4)

Después de montarse en el Queen Elizabeth 2, llegan finalmente a África. A su África particular, claro.

Y allí permanecen contemplando la puesta de sol, porque todos sabemos que las puestas de sol en África son las mejores del mundo.

Al anochecer, Lola está cansada. Gilbert la lleva a casa.

Lola se va a África (5)

Lola se va a África es un álbum ilustrado para disfrutar con detenimiento. En primer lugar, sus ilustraciones, hechas con tinta y acuarela, son realmente increíbles. Nos hemos descubierto a nosotros mismos pasando los dedos delicadamente sobre los trazos, emocionados por la belleza y dulzura que transmiten. Estamos ante un libro que resulta increíblemente hermoso, lleno de expresividad, que nos cuenta la historia y las sensaciones de los personajes sin necesidad de prestar atención al texto. Anne Villeneuve ha ganado el Governor General’s Award, el premio literario más prestigioso de Canadá. Y no nos extraña.

La historia de Lola se va a África pertenece a ese género de relatos en los que pueden hacerse lecturas a varios niveles. Nuestro hijo pequeño, de cuatro años, que apenas sabe qué es África, se queda simplemente con el gran día que comparten Lola y Gilbert.

Nuestro hijo Mayor, de 7 años, empezó la lectura asombrado de que Lola fuera capaz de pronunciar esos gritos tan horribles contra sus hermanos. Esto nos dió pie a que pudiéramos hablar largo y tendido sobre esa idea que tan a menudo repetimos en casa: los sentimientos están bien pero no siempre los actos que de ellos derivan. Lola siente que no puede más y por ello decide apartarse de todo. Ciertamente primero explota, pero a través de la lectura deducimos que para que no vaya a más, para no sufrir más, decide marcharse, alejarse de esa situación que la supera. En gran medida, seguramente, porque sus padres ignoran la situación y ni siquiera se dan cuenta de la necesidad tan grande que ella tiene de relajarse.

El viaje de Lola es un viaje metafórico. Es muy posible que Lola ya supiera que África es inalcanzable para ella, o quizá no. El caso es que nada más salir de casa se sube al primer árbol que encuentra y es seguro que se hubiera quedado allí sin que nadie hubiera reparado en su existencia hasta que sus emociones hubieran vuelto a la normalidad.

Afortunadamente alguien le presta atención y le sigue el rollo. El auto-engaño no ha pasado desaparecido a los ojos de nuestro hijo de 7 años, al que le parecía una buena opción como alternativa a separarse de los padres, idea que desde el principio le horrorizaba, por enfadada que estuviera Lola.

Es curioso porque incluso a sus ojos había un fallo evidente en todo esto, algo que seguramente sea lo primero que percibimos los adultos al leer la historia ¿por qué es el chófer y no los padres los que se ocupan de Lola? Desde luego, los padres de la pequeña parecen muy ocupados en sus propias necesidades, que al menos en el libro parecen absolutamente banales y mucho menos importantes que las necesidades emocionales de su hija.

Releyendo Lola se va a África no podemos evitar sentir que estamos ante un libro que conecta muy bien con esto que nosotros vivimos en nuestra familia: la crianza respetuosa. Nuestro hijo mayor ha percibido ya a sus recién cumplidos 7 años la ausencia de los padres, más emocional que física aparentemente. Sin duda es una reflexión, un debate interno, que podemos hacer sobre muchas situaciones cotidianas, en las que lo superficial se impone frente a lo realmente importante. A nuestro hijo Mayor le parece un libro triste porque ¿dónde están los padres de Lola, mami? ¿por qué no la hacen caso cuando lo necesita? Está en una edad en la que empieza a valorar más lo real que lo imaginario, poco a poco pierde esa fantasía en la que viven los niños muy pequeños, y tras leer Lola se va a África se queda más preocupado por la soledad emocional de la pobre Lola que con la aventura llena de ternura y humor que vive con Gilbert.

Como os decíamos al comienzo de la reseña, Lola se va a África es un libro para reflexionar en la importancia que tiene concedernos un respiro cuando sentimos que el enfado nos domina. Y para que el entorno comprenda que precisamente cuando peor estamos es cuando más apoyo necesitamos. Hay que saber estar ahí. Los padres tienen que estar ahí para sus hijos.

Un precioso libro, absolutamente recomendable. Aunque puede leerse desde unos 3-4 años, por la profundidad del relato creemos que se disfruta con más intensidad desde unos 6 años en adelante. Lectura muy interesante, además, para todos los adultos que se pierden en las prisas del día a día.

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