¡Mi maestra es un monstruo!, de Peter Brown

¡Mi maestra es un monstruo!, de Peter Brown es un divertidísimo libro cuyo tema central son los maestros y cómo a veces los niños pueden llegar a percibirlos como monstruos, ¡literalmente!

Berto tenía un gran problema en la escuela.

Su problema se llamaba «maestra Kirby».

Como podéis ver, Berto la ve auténticamente como un monstruo: piel de color verde, pelo enmarañado, garras, grandes fauces llenas de afilados dientes…

Lo cierto es que la maestra Kirby gritaba mucho. Más bien rugía.

Y castigaba sin recreo por cosas como lanzar aviones de papel.

Así que Berto estaba convencido de que su maestra era un monstruo.

Pero las cosas cambian cuando un sábado por la mañana, Berto se encuentra a su maestra en su lugar favorito: el parque. ¡Vaya terrible sorpresa!

Para no empeorar las cosas, decide sentarse con ella en el banco, muy muy cortado por la situación.

El azar hace que todos los acontecimientos se desencadenen: el sombrero de la señorita Kirby sale volando y Berto logra rescatarlo antes de que caiga al agua.

Así, ambos irán soltándose y pasando una agradable mañana de sábado al aire libre.

Es más, Berto acaba llevándola a su lugar favorito del parque. Y allí, la maestra Kirby tiene una idea insólita. Mirad, mirad lo que ocurre cuando están en ese lugar tan increíble:

Si habéis prestado atención a las ilustraciones, habréis notado cómo el físico de la maestra va cambiando. Poco a poco su piel deja de ser verde y se vuelve más sonrosada. Su pelo tiene mejor aspecto, también sus manos, sus dientes, sus facciones están más relajadas, incluso su ropa tiene un aspecto más normal.

Ahora bien, ¿qué pasará cuando llegue el lunes y se encuentren de nuevo en la escuela? ¡Ay, eso tendréis que leerlo vosotros mismos!

Es un hecho que Peter Brown nos gusta mucho en casa. Hace unos días mi hijo pequeño me decía que sus libros favoritos son, además de los de buscar y encontrar, los que hacen reír. Y, sin duda, ¡Mi maestra es un monstruo! es un libro que consigue que todos nos riamos, niños y padres.

Todo ello sin olvidarnos del trasfondo que tiene. Que quizá pase más desapercibido en lectores pequeños, pero es obvio en lectores de mayor edad, y desde luego en los padres.

Peter Brown escribe en su dedicatoria: Para los maestros incomprendidos y para sus incomprendidos alumnos. Ciertamente, la relación maestro-alumno no siempre es fácil… Ambas partes pueden sentir que no se comprenden. Pero no por ello podemos olvidar, como bien nos muestra este libro, que los profesores son personas.

No fiarse de las apariencias, entender que una cosa es el trabajo y la responsabilidad que desempeña una persona y otra cómo es en su vida normal… Es una temática interesante, que puede dar lugar a una estupenda conversación con nuestros hijos.

Nos gusta muchísimo además cómo está ilustrado, con tinta china, acuarela, guache y lápiz sobre papel. Unos dibujos que transmiten todo el humor que esconde la obra, apenas sin necesidad de palabras. Es genial ver cómo la maestra va cambiando conforme cambia su estado de ánimo y la percepción de Berto, de modo sútil pero evidente.

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