Recursos educativos: Juguemos con Drilo, el Detective de Emociones

Juego Drilo, Detective de Emociones

Hoy en Pekeleke no os hablamos de un libro sino de un juego relacionado con un gran libro. Se trata del juego Drilo, el Detective de Emociones.

Ya sabéis que en Pekeleke valoramos muchísimo la educación emocional de nuestros peques. Tener una buena biblioteca de sentimientos es fundamental en nuestra casa y por eso hoy os traemos un recurso educativo muy interesante, que seguro que os va a gustar.

El Emocionómetro del Inspector Drilo, una de las novedades editoriales más importantes de los últimos meses, es en si mismo un gran recurso educativo para potenciar la inteligencia emocional de nuestros peques.

Escrito por la psicóloga y autora Susanna Isern y la fantástica ilustradora Mónica Carretero, El Emocionómetro nos presenta diez EMIS o emociones y a un avispado detective: El Inspector Drilo. Gracias a su astucia y al Emocionómetro (que nosotros mismos podemos construir) podremos entender y medir las emociones. Un libro entretenido, muy colorido, vibrante, que no sólo entretiene sino que educa una parte tan importante para nuestros peques como es entender sus emociones, en qué intensidad se presentan y cómo aprender a regularlas para que no nos dominen.

Como os decíamos, El Emocionómetro del Inspector Drilo es ya de por si una gran ayuda para trabajar la inteligencia emocional. Pero, además, contamos con materiales o recursos educativos adicionales que nos pueden servir para trabajar en libro con mayor profundidad.

Hoy os presentamos el Juego Drilo, el Detective de Emociones, que está disponible para su descarga gratuita en el blog de El Emocionómetro del Inspector Drilo.

 

Juego Drilo, el Detective de Emociones

El juego está pensado para niños desde unos 3 años en adelante. El número mínimo de participantes es 2 y desde nuestro punto de vista es muy recomendable que al menos uno de los jugadores sea un adulto, para que los peques tengan una referencia.

El juego Drilo, el Detective de Emociones, nos propone representar la emoción que nos haya tocado de modo que los demás jugadores puedan adivinarla. Si queremos aumentar su dificultad, podemos proponer a los jugadores que no sólo representen la emoción que les toque sino alguna de sus diferentes intensidades.

Aunque el juego se puede jugar de forma independiente al libro, es recomendable estar familiarizados con El Emocionómetro del Inspector Drilo. Así los peques conocerán ya los diez EMIS y sus intensidades. En cualquier caso, como lo que se trata es de representar emociones, podemos hacer ese trabajo nosotros los adultos conforme se va desarrollando el juego.

 

Qué necesitamos para jugar a Drilo, el Detective de Emociones

Papel y lápiz para ir anotando el desarrollo del juego.

Las diez tarjetas de los EMIS y la tarjeta del Inspector Drilo.

Juego Drilo, Detective de Emociones (1)

Juego Drilo, Detective de Emociones (2)

Juego Drilo, Detective de Emociones (3)

Las podéis descargar gratuitamente en su página web.

– No es imprescindible pero creo que es muy útil plastificar estas tarjetas una vez que las hemos impreso. Así durarán mucho más.

– Tampoco es imprescindible, pero me parece muy práctico utilizar el Emocionómetro mientras se juega. Los materiales y las instrucciones para fabricarlo las tenéis aquí.

 

Cómo jugar a Drilo, el Detective de Emociones

– Se reparten las tarjetas, indicándoles a los niños que su compañero no puede saber lo que le ha tocado.

– El Inspector Drilo siempre debe tocarle a alguno de los participantes.

– Si hay más jugadores que tarjetas, se puede jugar por grupos o parejas.

– El jugador que tenga la tarjeta de Drilo debe levantar la mano y decir «¡Yo soy el Inspector Drilo!

– Los demás jugadores deben reconocer la emoción que les ha tocado y pensar cómo la van a representar ante los demás. Podrán usar toda la mímica que quieran, también hablar, pero no pueden decir directamente qué están representando.

– Los participantes, por turnos, representan su emoción.

– El Inspector Drilo va anotando qué emoción cree que tiene cada jugador.

– Cuando todos los jugadores han representado su emoción, el Inspector Drilo comprueba cuántas de ellas ha acertado.

 

Como veis, es un juego con el que nos vamos a divertir mucho y, además, nos va a hacer que hablemos de las emociones. Un juego estupendo, además, para hacer en familia y disfrutar todos juntos.

A la familia Pekeleke nos parece un juego muy entretenido y con el que aprendemos a expresarnos y a auto-regularnos, creando una complicidad especial entre nosotros. ¡Os lo recomendamos muchísimo! Ya véis que es un juego sencillo y, además, gratuito, para el que apenas necesitáis materiales. Desde luego, nosotros estamos muy agradecidos a la editorial y a las autoras por un libro tan fantástico y todos los recursos educativos gratuitos que ofrecen con él.

¿Os animáis a jugar a Drilo, el Detective de Emociones?